miércoles, 5 de septiembre de 2012

Vida salvaje

Paseando por el soto del Meandro de Ranillas, afortunadamente respetado por el Parque del Agua, en un recodo del río de aguas estancadas escucho un fuerte chapoteo. Me da tiempo a ver el salto de una gran carpa (por favor, corregidme si no lo es). ¿Repetirá su cabriola? Armado con la cámara y algo de paciencia, a lo largo de 40 minutos vuelve a saltar otras cuatro veces y consigo estas fotos:
Y también se suma a la exhibición esta otra, menos corpulenta:
Un espectáculo de vida salvaje, ante mis ojos, sin salir de mi ciudad.

3 comentarios:

  1. ¡Qué fotos más chulas!
    Una recompensa a tu paciencia.
    Gracias por compartirlas.

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  2. No sé si me impresiona más el interés de las fotografías o tu paciencia de santo Job.
    Un cordial saludo.

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  3. No me resultó pesada la espera, en absoluto. La calma del lugar te contagia y, a la vez, la expectación por el salto sin aviso. Por vez primera comprendí el placer de los pescadores, a quienes antes no entendía.
    Sólo sentí que las fotos no tuvieran mayor nitidez, pero las hice a cierta distancia y con poca luz, muy pronto, por la mañana.
    Gracias por vuestros comentarios.

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