domingo, 18 de agosto de 2013

Luces de un verano

Durante el último mes el blog ha prestado poca atención a esta tórrida Zaragoza, recorriendo, en vez de sus calles, los recuerdos de los dos viajes isleños con que empecé el verano. Al regreso, más de una vez, su evocación, pausa del tiempo donde la voluntad manda, me ha hecho más llevaderos unos días duros por otros motivos que el calor. Espero haber podido compartir en alguna medida aquellas sensaciones, aquellos colores, aquel gozo de un tiempo de vacaciones sin ocupación ni preocupación.

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