viernes, 10 de agosto de 2012

El negocio de matar

La muerte lejana se fabrica aquí cerca
Cinco Días (27/04/12):
Instalaza saltó a los medios internacionales el año pasado cuando fuerzas leales al dictador libio Muamar El Gadafi usaron sus bombas de racimo MAT-120 en el asedio a la ciudad de Misrata, según las evidencias recogidas por un reportero del The New York Times y por la organización Human Rights Watch.
El anterior Gobierno del PSOE confirmó a la "Coalición contra las bombas de racimo" que autorizó la venta a Libia de un total de 1.055 MAT-120 (con 22.155 bombetas) en agosto de 2006 y a finales de 2007. La operación fue legal ya que se cerró antes de que España aprobara la moratoria.
La polémica sobre la venta salpicó al actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, que formó parte del consejo de administración de Instalaza hasta marzo de 2009.
Luz de Levante (30/05/12):
Pedro Morenés, ministro de Defensa, miembro de la oligarquía vasca, vizconde de Alerón y nieto de grandes de España, fue consejero de la empresa de fabricación de armamento Instalaza entre 2005 y 2007
Después ocupó el puesto de representante hasta el 4 de octubre de 2011, según recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Instalaza fabricaba bombas de racimo. El 31 de octubre de 2011, el diario Cinco Días reveló que Instalaza había decidido recurrir a los tribunales para pedir que el Gobierno le indemnizara con 40 millones de euros en concepto de desagravio por la prohibición del uso, almacenamiento y fabricación de las bombas de racimo en España como consecuencia de la firma del Tratado de Dublín. Sin embargo, esta empresa ya había anunciado en mayo de 2011, cuando Morenés era su representante, que pediría una compensación económica al Ejecutivo en concepto de “daño emergente y lucro cesante”.
Hoy sabemos que Instalaza venderá la deuda a una tercera empresa que a su vez la revenderá y finalmente el ministro pagará diciendo que no es su empresa la que cobra. El dinero saldrá de los impuestos de todos, naturalmente. Nuestro dinero pagando bombas que mutilan a niños.
Porque las submuniciones esparcidas por las bombas fabricadas por Morenés tienen un rango de fallo de entre el 5% y 30%, por lo que pueden quedar bombas enterradas sin explotar siendo peligrosas tiempo después de terminada la guerra. Especialmente para los niños por sus formas llamativas, como pelotitas de tenis o latas de refrescos. ¿De verdad no había en todo el país otra persona que pudiera ser ministro de Defensa?
Información complementaria:
Instalaza mantiene en su catálogo on-line las bombas de racimo MAT-120, entre otros instrumentos de muerte. La visita a su web es en si misma ya potencialmente peligrosa, según advierte el complemeto de seguridad WOT para el navegador Mozilla Firefox (le ofrece en seguridad una reputación "muy pobre")... toda una premonición.
Fotos: 1 Calle Monreal. 2 de Internet.

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